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Estibar es ajustar coses sueltas para que ocupen el menor espacio posible y en el mundo del transporte llamamos estiba a la distribución y sujeción correctas de la carga de un vehículo. La estiba debe realizarse de forma correcta y con las mayores medidas de seguridad para evitar daños a la carga y especialmente a terceros durante el transporte ya que se calcula que 1 de cada 4 accidentes en los que están involucrados vehículos pesados se deben a una mala estiba y, además, estos accidentes representan el 45% del total de los que suceden en el transporte por carretera.

Desde el año 2017 contamos con un Real Decreto que establece las normas de seguridad y los aspectos técnicos que debe cumplir la carga de vehículos. Esta norma aclara que durante el transporte se deberá evitar cualquier deslizamiento, inclinación o rodadura de la carga en cualquier dirección y establece un régimen de inspecciones y sanciones con el fin de que se cumplan estas medidas de seguridad tanto para el transporte como para el medio ambiente.

Existen al respecto de la estiba ideas erróneas como que el peso de la carga impide el desplazamiento o dificulta que se caiga del vehículo, de modo que es importante que el estibador sea un profesional que conozca cuáles son los dispositivos de sujeción existentes y cuándo son más convenientes en función de la carga que se vaya a transportar.

En consecuencia, la ley de 2017 establece inspecciones en carretera con el fin de comprobar la correcta sujeción de la carga y un régimen de sanciones en casos de incumplimiento que recaen sobre el experto en amarre y estiba de la mercancía pero que también pueden conllevar la inmovilización del vehículo como medida cautelar. Además, una incorrecta sujeción de la carga de un vehículo de transporte es razón de peso para que una aseguradora no se haga cargo de las pérdidas que se hayan podido ocasionar en caso de accidente.

Por lo que respecta a las inspecciones técnicas en carretera, la Unión Europea fija un mínimo del 5% del total de vehículos matriculados en cada Estado y se dedicarán no solo a comprobar la correcta distribución o amarre de la carga sino también a otros aspectos técnicos de los vehículos.

En consecuencia, según la normativa actual, una mala estiba en el transporte de mercancías puede acarrear graves consecuencias para el titular de la autorización para circular y para el cargador de la mercancía, así como para su propietario y también para el transportista si el vehículo no se encuentra en condiciones. 

En lo referente a la protección patrimonial del transportista y a los efectos de evitar reclamaciones derivadas de siniestros en la mercancía, es de suma importancia asegurar las coberturas de Responsabilidad Civil así como el daño en la propia mercancía por una mala estiba. Normalmente estas coberturas se pueden contratar en una póliza específica del ramo de transporte.